Primera Guerra Mundial
Esta guerra golpea a la familia Deglin Samson. Esteban al decidir ir a defender su patria deja a esta familia francesa que pocos años llevaba en Chile. El 10 de octubre de 1914 se incorpora al ejército francés; de acuerdo a esta fecha, menos de tres años estuvo con su familia en Chile.
Otra familia que más tarde se enlazaría a la Deglin Samson fue seriamente afectada por esta misma guerra. Ésta fue la de los Chateauneuf Duhalde. Roberto, el menor de los hermanos, se hizo francés, cumpliendo el deseo de su padre Daniel Chateauneuf Lapitz de que uno de sus hijos fuera de su nacionalidad francesa; por ello debe irse a esta guerra y muere en la lucha de las trincheras el 11 de mayo de 1915; sus restos yacen en el cementerio militar de Vienne le Château, localizado entre Reims y Verdún. Su hermano mayor, Alfredo, quien posteriormente se casara con Renée Deglin, se va después a la guerra como voluntario chileno; su participación en este conflicto bastante lo afectó en su vida futura.
No fue fácil para la familia Deglin Samson, sin el esposo y padre, enfrentar la realidad. La hija mayor, Renée, debe sacrificarse y dejar sus estudios; se incorpora muy joven al trabajo, lo hace en el rubro de lavandería y tintorería.
En la entrevista a Renée Deglin de 1990 ella cuenta:
“Luego estalló la guerra y mi papá quiso ir, así es que se fue y cuando volvió la fundición se había terminado; mientras estaba en la guerra nos ayudaba el gobierno francés por medio de una organización que se llamaba La Fourmi (La hormiguita), repartían ropa y zapatos”
“La Juana, la Violeta y Marcelo fueron a la Anexa, mi mamá me dijo que yo no podía ir pues alguien se debía quedar en la casa – ya estaba sorda. Yo estuve poco tiempo en la Escuela Profesional para estudiar moda y costura, me inscribieron en Marzo pero en Agosto cuando estalló la guerra, me sacaron y mi mamá me puso a trabajar en la tintorería de madame Verrier. Posteriormente la Juana y la Violeta fueron al Liceo 5 y Marcelo al Amunategui”
“En 1918 mi papá volvió a Chile con permiso y estuvo trabajando durante todo el permiso; cuando volvió(a Francia) se encontró con que la guerra había terminado, así es que fue a ver a los parientes y se volvió”
Muchos años después, en 1939, Renée debe volver a trabajar en el rubro frente a una difícil situación económica que enfrenta su hogar; llega a administrar la misma tintorería de madame Verrier, para más tarde ser dueña de la conocida y prestigiada «Tintorería Paris». La ayuda financiera del gran amigo desde niño de Alfredo Chateauneuf, Enrique Gardeweg Villegas, permite lanzarse en este gran desafío de exitosos resultados.